Wednesday, February 6, 2013

Y sigo existiendo...

Sí, a pesar de este larguísimo parón sigo existiendo, aunque me encuentro en un momento en el que dudo. Dudo mucho, quizá demasiado, pero tengo claro que no tengo paz interior. Algo me indica que debo actuar.

He dudado incluso hasta del título de mi blog, aunque quizá lo que pasa es que me encuentro en un lugar donde no debo estar, ni yo ni nadie de los míos (léase los míos como cualquier ser con buenas intenciones). Me niego a renunciar a pensar que la vida es maravillosa.

Decepción, rabia, impotencia, fracaso, injusticia, harto de oír críticas y juicios hacia los demás. Así me siento. No quiero saber nada de noticias, periódicos o telediarios. No me aporta nada, sólo resta. Somos marionetas.

Siempre me he considerado una persona muy positiva, optimista hasta el exceso. Y lo sigo siendo, pero necesito cerrar los ojos y pintar en sueños con lienzos de valores y sonrisas este mundo gris inundado por la mentira y la hipocresía. Han conseguido minar mi ilusión o quizá he sido yo mismo. Siempre es más fácil echarle la culpa a los demás.


A pesar de todo, sigue habiendo color.


Sigo siendo afortunado, cada día quizá más, pero no por tener un trabajo o por tener cosas materiales, sobre todo con la que está cayendo, sino porque veo como van creciendo mis hijos. Son muy buenas personas y eso es lo fundamental, aunque en esta película sin banda sonora hasta el más entusiasmado puede acabar aburriéndose. Esto es lo que realmente me preocupa.

A veces pienso que no tengo derecho a sentirme así, porque hay mucha gente peor que yo, y tiene mucho sentido. Quizá eso incluso me haga sentir incluso peor, ya que me gustaría que eso no fuera así y que yo pudiera ayudar de algún modo, pero me veo en un punto en el que 37 años de mi vida me han marcado y me han llevado a un punto, diría casi sin retorno. Decisiones de la vida que me han ido transportando a este mundo gris donde darle color cada vez cuesta más. Me castigo por mis decisiones pasadas.

Pero aún tengo que recuperar mi brújula y seguir el camino correcto. De momento van llegando muchas señales con las que voy construyendo un mapa.