Tuesday, February 22, 2011

Feeling


6:15AM Suena el despertador
Me levanto sin hacer ruido,
la familia duerme y todo parece en orden,
al baño y a prepararme con la ropa que dejé anoche preparada.
Salgo a la calle, fuerte viento,
me siento vivo.

Empiezo a trotar,
mis piernas muy lentas,
mi corazón y mi cabeza a tope.
La ciudad parece desierta.
Me acuerdo de McVip convaleciente,
me alegro que no esté conmigo porque así se recupera.
Me acuerdo de un tipo estupendo que,
el sábado después de correr una hora y media a buen ritmo,
se fué a trabajar, comió a las cuatro de la tarde
y se hizo 20 kms para venir a correr conmigo.

Me acuerdo de un amigo el cual tiene un sabor agridulce,
un mal trago familiar que saldrá bien,
y una gran noticia que celebraremos muy pronto.
Me acuerdo de otro amigo convaleciente con sabor andaluz,
pero que no deja de sonreir.
Me acuerdo de otro que últimamente siente muchísima presión,
pero aún así se preocupa de ayudar a los demás.
Me acuerdo de otros con sus dos preciosidades de ojos azules,
de otro que anda muito lejos, pero que pronto hará más grande su familia.

Empiezo a subir la primera rampa de la Serra Grosa,
y mi corazón hace de banda sonora.
Buena señal, me siento vivo.
Sigo disfrutando, pensando, sonriendo,
mientras sigo subiendo.

Al llegar arriba del todo,
apago el frontal, me paro,
me siento mirando al mar, mi corazón se empieza a calmar,
y me permite oir el viento y unas gaviotas madrugadoras,
que se pelean por el primer bocado.
Me encanta.

45 segundos que me parecen eternos,
porque me da tiempo a disfrutar y a pensar,
sobre una posibilidad, sobre una propuesta,
sobre un francés, un inglés, un alemán y un español,
y de chiste tiene poco, os lo prometo.

Vuelvo a encender el frontal,
empiezo a correr y me siento vivo, me siento bien.
Mis piernas van más ligeras.
Me acuerdo del gran fin de semana que he pasado en familia.
Genial.

Sonrío mientras me acuerdo de las propuestas de esta semana,
cena con viejos amigos,
carreras nocturas varias,
y sigo disfrutando de cada pisada.
Me siento afortunado.

Mientras sigo corriendo,
de repente me da por pensar que pienso demasiado,
mi mente no para, y de repente,
se me viene a la mente mi hija con cara de pena,
diciéndome "Papi, no tienes pelo"
mientras me abraza compacediéndose de mi.
Sonrío.

Subo, bajo, subo y vuelvo a bajar,
piso asfalto y apago el frontal.
La ciudad ya está despierta.
Me dirigo a mi parque preferido,
a nuestro banco preferido,
y me quito las zapatillas.

Empiezo a correr descalzo,
me siento genial, me siento vivo.
Cierro los ojos por unos segundos,
y todavía soy capaz de oler a churros y sonrisas.
Me imagino un flaco con clase,
corriendo con unas NB talla 12 en la mano.

Llego a casa,
subo los 6 pisos descalzo por las escaleras.
Antes de abrir la puerta,
huelo y oigo a los míos.
Soy un gran afortunado, de verdad.

Que nadie os impida ser felices.

9 comments:

  1. Enhorabuena máquina... No dejes que este mundo loco estropee tu sonrisa (I'm smiling one more time!!!)

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  2. Joder, Jesus...
    Eres grande, tio.
    Un abrazo.

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  3. muy especial Jesús. Enhorabuena y gracias!

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  4. Tu si que sabes como tocar la patata.... eres bueno tio muy bueno.... y ahora que tu cabeza empieza a ser libre tu corazón te recuerda lo afortunado que eras...... que tus pies descalzos tienen menos mugre que muchas cabezas.....

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  5. Gracias a todos vosotros por estar siempre ahí. Por algo será el que me acompañen estos buenos sentimientos.

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  6. Muy bueno Jesus...
    Me ha encantado y me ha recordado a muchos de los momentos que como tú vivimos los que nos gusta este mundillo..
    que suerte, verdad?

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