Lunáticos

Me he enterado un poco tarde de esta noticia, pero aún así creo que he podido disfrutar admirando ese astro que nos acompaña y vigila cada noche e incluso a veces durante el día. Cada 18 años, ocurre un suceso que desconocía por completo. La luna llena del pasado día 19 que se podía observar desde la Tierra, ha sido la luna más grande y cercana desde el año 1993.

El tamaño de la Luna llena varía debido a la órbita ovalada de nuestro satélite. Se trata de una elipse en la que el perigeo se encuentra 50.000 kilómetros más cercano a la Tierra que el apogeo. La Lunas llenas que se producen cerca del punto del perigeo son un 14% más grandes y un 30% más brillantes que las lunas menores que ocurren en el lado del apogeo.

La luna llena del 19 de marzo se produció a menos de una hora de distancia del perigeo - una casi perfecta coincidencia que ocurre sólo cada 18 años más o menos.

Yo me considero un lunático, de esos a los que la aparición de ese foco nocturno le da energía. Sonrío si la descubro durante el día intentando quitarle protagonismo al Sol. Además parece pasar de un estado de ánimo a otro en períodos más o menos largos, con su sonrisa vertical.

Siempre me evoca buenos recuerdos. De hecho lo último que recuerdo es hacer salidas nocturnas a la montaña con mis amigos para aprovechar la luz y la magia. Por motivos profesionales, mi vida está dando muchas vueltas últimamente y aunque sea para bien, también tiene un precio, ya que me siento un poco lejos de los míos, familia, amigos,....... Intento aprovechar cada segundo que puedo compartir con ellos, aunque me sepa a poco. Las últimas semanas he intentado hacer un poco de todo con todos para intentar equilibrar.

 Con Michel en lo alto del Cerro de San Julián. Me enseñó caminos nuevos, pero lo pasamos igual de bien que siempre.

Foto patética, con letrero gracioso al fondo, pero una mañana chulísima con mi gran amigo Pez volviendo a darle a las bielas, tras casi un año sin subirme a la flaca.

Incluso he tenido la oportunidad de besar el barro británico en mi primer trote por un trail precioso cubierto de una vegetación increible en el que sólo el ruido de los pájaros evitaban oir los latidos de mi corazón, que pedía protagonismo debido en cierto modo a la pendiente, pero sobre todo a la excitación de explorar un mundo nuevo, un mundo al que estoy a punto de dedicar mi esfuerzo y dedicación, donde espero hacer un poquito más feliz a los míos.

Una lástima que no me llevara la cámara para hacer una foto, pero prometo que os aburriré con videos y fotos de esas tierras. Cuando sí pude disponer de mi cámara, fué mientras me recuperaba con un buen desayuno. El mito de que en Reino Unido no se come bien, no creo que sea tan cierto. A mi de momento me encanta.

Riquísimo plato proteico con Salmón, tomate, patata y huevo frito. Casi nada, y eso que no se ve la peaso tostada que me sirvió de acompañante.

Me encanta ser uno de estos locos lunáticos, me hace sentirme vivo, inquieto, anhelante de nuevas sensaciones. Os dejo con para mi una de las canciones más sensible que he escuchado últimamente, de tres pedazos de músicos que han unido su feeling para crear maravillas como esta.