La llamada del Cabeçó

No sé si será adicción...
no sé si será amor a primera vista...
no sé si será necesidad...
no sé si las masas grandes atraen a las pequeñas...
realmente no sé qué es lo que pasa, pero puedo asegurar que llevo unos días en los que siento que el Cabeçó me busca.

Qué suerte tenemos al vivir en Alicante y disponer de esta preciosidad.

Haga lo que haga, vaya por donde vaya, me asome por la ventana que me asome, allí está mirándome. Puede estar nublado, pero él reluce con su color anaranjado para llamar mi atención. Realmente me tiene enganchado. Allí fué donde empezó mi primer trote montañero y creo que sus raices se quedaron con una parte de mi que perdurará allí por algún tiempo.

Es increible como correr en medio de la naturaleza te puede hacer sentir tan bien. Siempre había oido hablar de ello, y os puedo asegurar que a mi me ocurre. Al que le interese, aquí dejo este link para que le echéis un vistazo. Quizá aquí encontréis alguna respuesta a preguntas tales como ¿por qué me pongo de tan mal humor cuando no puedo hacer ejercicio? ¿por qué nos unimos tanto a los amigos que hacemos en este mundillo?

Link Endofirnas

Este fin de semana queríamos hacer una salida nocturna, y el Cabeçó tiene papeletas, aunque algunos problemas de salud en casa y un fin de semana un poco atareado puede truncarlo.

Buena suerte a los amigos que corren la media de Oltá este fin de semana.
Un abrazo grande para algún amigo que tiene que trabajar por Barcelona durante el finde.
Desde aquí pedir perdón a mis compis de Miami, que me olvidé de ellos. Son unos monstruos. Fueron al IM de Cozumel y les fué genial. Esta gente da miedo. Arriba Team Trainer y Edwin Vargas.